miércoles, mayo 03, 2006

Bandoneón


Entre tanto, me arrimo a los sonidos ancestrales que viven en tus lamentos.
Te abres como si todo en ti doliera y es tu gemido
la condensación mas radical de la soledad.
Allí toda ella y sin embargo, tan acompañada.

Golpeas de modo violento con la sutileza de un suspiro.
Tus notas son sus manos en mi piel.

Entre tanto caos yo me adormezco.
Palpitar de ecos de un tango nunca cantado naciendo debajo de mi.
Yo soy el pentagrama donde tus dedos dibujan formas inacabadas.
Yo la noche. Tu la melodía de mis sueños.

Golpea la locura en tu cabeza. Puedes darle forma perfecta.
Nací para morir entre tus pliegues.