jueves, abril 27, 2006

Tiempo


No las sombras de lo que somos sino la añoranza de lo que se escapa porque entre las agujas del tiempo todo se desliza sin miramientos.
No es que no quiera, es no poder, es sucumbir ante tu mirada, nunca antes esa mirada sobre mi, nunca antes otra, nunca antes tanto temblor, y sin embargo...todo se oculta entre las sombras de los espejos y los hilos que se desprenden de sábanas vencidas y los cabellos que quiebran su raíz para confundirse entre los hilos, las telas, los olores, los sinsentidos, los fantasmas y las estúpidas cosas que no se hacen ni se dicen por temor a... a qué?
No es que no llore, no es que no cante, no es que la vida termine. Cada día muero, eso es verdad, pero amanezco al siguiente con tanto por pensar, con tan poco que me sale hacer, con tanto de todo y de tan poco.
Y ahi está otra vez. Dónde dejo tu mirada? No me ayudas, me das vueltas, no me hablas, me complaces.
Caigo de mil modos distintos. Y no está mal. Duele? Lo necesario para poder armar sentidos que engarzen pensamientos. Y el hondo cristal se ahueca y allí yo, absorta por los sonidos. El hondo cristal se ahueca y tú te haces a un lado y tú te centras y no hay nada que rime en este deslizamiento hasta los cristales.
Girar. Un tiempo. Encontrar los rincones abandonados de mi cuerpo. Encontrarme con esa que no conoces y que me despeina de vez en cuando, como el viento que trataba de evadir cuando iba sentada en un jeep.

fotografia: Mapesolo